Cuando era pequeña me gustaba mucho montar puzzles y por ello, y ahora que son un poco mayores, decidí regalarle éste puzzle infantil a mis mellizos de tres años como regalo de Papá Noel.
Lo han montado ellos solitos, sin demasiada dificultad, gracias a la calidad, tamaño y forma de las 28 piezas que lo forman.
Me decanté por éste puzzle en concreto entre tanta oferta porqué me gustó mucho la imagen del bosque, que va más allá de lo convencional. Me explico: me atrajo que se muestren en el puzzle aquellos atributos que no vemos a simple vista, como son las raíces de los árboles, los animales que viven bajo tierra, etc. Considero que es una muy buena manera de introducir a los más pequeños en éstos conocimientos.
Opino que los puzzles son una forma extraordinaria de ejercitar el sistema motor, la coordinación de los movimientos, la destreza motora, además de favorecer la capacidad visuo-espacial.
100% recomendable.